La eterna juventud

No dejes de disfrutar de la vida por el solo hecho de que no puedas hacer muchas cosas que antes hacías. Si Dios no considerase que tienes algo por hacer y que eres capaz de hacerlo, no estarías ahí. Procura dar con lo que Dios tiene reservado para ti y pon todo tu empeño en ello.
Si algunos de tus sueños aún están ligados al futuro, es que no haz envejecido. Todavía albergas expectativas y tienes intereses a los que dedicarte.
En tanto no dejes de aprender, sigues con vida.
Es preferible un joven de 100 años a un viejo de 40.
La edad es un estado de ánimo. Si conservas joven tu mente y tu corazón, eres joven.
Un corazón lleno de amor nunca envejece.
Si tienes el corazón lleno de amor, amor a Dios y al prójimo, habrás encontrado la fuente de la juventud.
Todos estos pensamientos fueron tomados de: En el atardecer de la vida

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