Para meditar...

Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis, he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago, Dios mismo vendrá y os salvará. Isaías 35:3-4

Comentarios

Entradas populares de este blog

Poema - Helen Steiner Rice

Un nuevo comienzo

Interésate...