Uno a la vez

Un corredor de vallas debe ir sorteando los obstáculos de uno en uno. Si se preocupa por todas las vallas que le esperan, es posible que no se concentre en la próxima que debe saltar. Aprende de él. Encara los problemas de uno en uno en lugar de querer resolverlos todos al mismo tiempo. (De Jesús con cariño)


Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; sé Tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme. Salmo 31:2

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