Dios se regocija...
Cada vez que alcancemos una meta en la vida debemos correr a la presencia del Señor y ser agradecidos. Él ya sabe que la alcanzamos pero disfruta nuestra gratitud y ama nuestro entusiasmo. Dios se regocija en nuestros triunfos. (Amanecer con Dios) "Siempre canten con júbilo" (Salmo 5:11)