Paz en Medio de la Tormenta

 "La benignidad convierte la crítica en aliento, las malas noticias en palabras de consuelo, y la disciplina en momentos de aprendizaje. Esto se debe a que la benignidad busca algo más que resultados. También tiene que ver con el corazón de las personas." (Alabanza para cada día) "Descubre por ti mismo que el Señor es bueno. Ven a Él para que te proteja y serás feliz." (Salmo 34:8)                                 

  Ese dolor que estamos pasando, hay gente en peor condición que la nuestra. Siempre digámonos algo dulce a nosotros mismos y sonriámosle a nuestros sufrimientos. Déjeles ser; están allí por un tiempo y también para desafiarnos. Hoy pudiera ser la hora más oscura pero nuestro gozo vendrá en la mañana. Intentemos animarnos, mirémonos en el espejo y digamos: “Puedo lograrlo y pasar la prueba del tiempo.” (Renuevo de Plenitud)

Los momentos más memorables en nuestras vidas son aquellos en los cuales disfrutamos de cosas sencillas . Los guardamos y atesoramos porque nos tocaron el alma. Te invito a que a pesar de los momentos por los que atraviesa el mundo en estos meses, te olvides un rato de ello y busca dentro de tu mente, alma y corazón aquellas cosas sencillas que fueron memorables para ti. Esos momentos llenos de amor y que nos hacen tener esperanza. De mi parte son muchos, pero viene a mí memoria cuando, como familia, disfrutábamos en el río de la comunidad. Allí, celebrábamos cumpleaños, cocinabámos con leña, nos bañábamos y los más atrevidos se deslizaban por la piedra enorme que había en el centro del río. Todos eramos felices pasando el día en ese lugar. ¡Gracias Dios por esos momentos de disfrute de cosas sencillas pero memorables! (Escrito por Rita E. Rivera Aponte)

 

La familia es uno de nuestros mayores gozos en la vida. En ella somos reales. En ella el amor es incondicional y acepta a los demás con sus virtudes y defectos. Con el amor de Dios en nuestras vidas, Él hace que el amor hacia los demás nos resulte fácil y verdadero. Dios nos dio una familia para que la cuidemos, amemos y la aceptemos tal cual es. ¡Gloria a Dios por las familias! (Rita E. Rivera Aponte)  

  "Gracias por detenerse" -dice él con una enorme y franca sonrisa. Le sonrío de vuelta y continúo mi camino. ¿Cómo podía mantenerse tan alegre ese viejo vendedor de flores? Todo lo que yo hacía era detenerme y mirar sus flores en mi apuro para llegar al trabajo. He pasado por su carro de flores durante un año y hasta ahora nunca he comprado una sola flor. Sin embargo, todos los días recibo la misma sonrisa alegre y un simple gracias.  Decidí que al día siguiente finalmente le compraría un ramo de claveles dobles para mi escritorio y vería como me trataba el hombre después de comprarle algo. "Gracias por detenerse" -fue su única respuesta, junto con la misma sonrisa amplia y franca. No pude resistir más y le pregunté: "¿Por qué me agradece por detenerme cada día cuando nunca he comprado nada?" Él me miró un momento y me contestó: "Cada persona que se detiene a mirar mis flores hace que me sienta bien por lo que hago. Trato de poner algo de alegría en

“A la luz de la eternidad solo somos niños no importa la edad que tengas. En nuestra sociedad actual obsesionada por la juventud, mantener tu verdadera edad en mente te puede ayudar a ver cada día desde una perspectiva más celestial. Aférrate a tu sentido de asombro infantil. Deja que te inspire fascinación, agradecimiento, alabanza y deleite. Acércate a tu Padre celestial y celebra. Hay muchas más cosas en tu vida de las que tus ojos pueden ver.” (Alabanza para cada día)

 "Cabalga con majestad hacia la victoria y defiende la verdad, la humildad y la justicia. ¡Avanza para realizar obras imponentes!                                        (Salmo 45:4)

Agradecer es un acto de reconocimiento y de humildad . De reconocimiento porque: aceptamos que alguien se preocupó e hizo algo por nosotros por amor; alguien nos dedicó alguna atención; alguien vio nuestras necesidades y suplió para cubrir las mismas; alguien nos protegió, alguien nos acompañó en momentos difíciles o de alegría; alguien valora quienes somos; alguien nos acepta tal como somos. De humildad porque: reconocemos que somos seres sensibles y necesitamos de los demás; aceptamos a los demás tal cual son; anteponemos el egoísmo y nos damos a los demás en servicio y amor; reconocemos nuestras limitaciones. Pero sobre todo porque Dios merece todo nuestro reconocimiento, agradecimiento, respeto y amor. ¡Gloria a Él! ¡Gracias Dios por la vida! ¡Gracias Dios por tu amor! ¡Gracias Dios por la familia! ¡Gracias Dios por todo!   (Escrito por: Rita E. Rivera Aponte)

  Muchas veces enfocamos nuestras energías y esfuerzos en tener, o sea, adquirir cosas que en muchas ocasiones creemos nos hacen felices pero no es la realidad. La felicidad no está en las cosas y mucho menos en los bienes terrenales. Lo más importante es quienes están en nuestra vida, a quienes en realidad le importamos, quienes dirán presente cuando lo necesitamos y quienes nos amarán no importa la circunstancia.   Hoy, enfócate en las personas, no en las cosas. Hoy, enfócate en brindar atención y amor a quienes en realidad tienen valor para ti y tu vida. ¡Dios te bendice! (Escrito por: Rita E. Rivera Aponte)  

¿Eres de las personas que despiertan y se levantan de la cama automáticamente? ¿Eres de las personas que abren los ojos a un nuevo día y ni cuenta se dan? Pues te daré un consejo muy importante: Al despertar y abrir tus ojos a un nuevo día debes hablar con Dios . Sí, desde ese momento, comienza una conversación con Dios. Dale gracias por el nuevo día. Dale gracias por permitir que tus ojos puedan ver y tu cuerpo pueda reaccionar para levantarse e iniciar la jornada diaria. Habla con Dios como el padre, el consejero, el psicólogo, pero más aún como el amigo. Si comienzas tu día hablando con Él, se te hará más fácil enfrentar los retos que te presentará la vida a lo largo del día. Hablar con Dios es simple. Solo debes ser sincero y decirle todo lo que sientes; tu agradecimiento, tus preocupaciones, tus inquietudes, tus necesidades. En fin, Él sabe todo lo que te pasa pero le gusta escucharte porque te ama y eres especial para Él. ¡Comienza tu día hablando con Dios!   (Escrito por: Rita E

 "Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa."  (Isaías 41:10) "Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán."   (Isaías 40:31)

  “Para triunfar, toma las oportunidades con la misma velocidad con que sacas conclusiones.” (Benjamín Franklin)

 "El Señor vuelve el desierto en estanques de agua y la tierra seca en manantiales. Él convierte los ríos en desierto y los manantiales de las aguas en sequedales." (Salmo 107:33-35)

Hay que seguir adelante… hay que seguir marchando… No importa la situación debemos seguir adelante y marchar con paso firme, con esperanza. La esperanza nos dará el aliento para continuar y la fe nos mantendrá en el camino. Vendrán tiempos mejores y aun cuando continúen los difíciles tenemos que seguir adelante y marchar. ¡Dios librará la batalla por ti y por mí! ¡Amén! (Rita E. Rivera Aponte) “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” (Josué 1:9)  

“No olvidemos que Dios nos ha puesto en el camino de la vida, para ser canales de bendición a quienes nos rodean. Cuando la vanidad toca nuestro corazón comenzamos a mirar a los demás por debajo de nosotros y el que sube mucho pronto se puede caer. Es mejor estar al lado porque cuando tropezamos quién está cerca nos tenderá la mano.” (Renuevo de Plenitud) “No confíe el iluso en la vanidad porque ella será su recompensa.” (Job 15:31)

Cada día es un nuevo comienzo. El despertar cada mañana es porque estamos vivos y Dios nos concede otra oportunidad para comenzar. ¿Comenzar para qué? Pues, para: Vivir la vida con optimismo a pesar de las situaciones. Ser agradecidos en todo momento. Dar y aceptar los pequeños detalles de la vida. Sonreír más frecuentemente. Ser más misericordiosos. Aceptar a los demás. No juzgar. Contagiar a otros con nuestra alegría. Darle sentido y dirección a todo lo que hacemos. Aceptar y amar a nuestra familia tal como es. No olvidar que en todo Dios tenga el primado y que sea siempre el eje de nuestras vidas. Recuerda, el sol saldrá y brillará cada día aunque no lo veamos. Hoy es un nuevo comienzo, gracias a Dios por el día de HOY.  (Rita E. Rivera Aponte)