Hablar con Dios
¿Eres de las personas que despiertan y se levantan de la cama automáticamente? ¿Eres de las personas que abren los ojos a un nuevo día y ni cuenta se dan? Pues te daré un consejo muy importante: Al despertar y abrir tus ojos a un nuevo día debes hablar con Dios. Sí, desde ese momento, comienza una conversación con Dios. Dale gracias por el nuevo día. Dale gracias por permitir que tus ojos puedan ver y tu cuerpo pueda reaccionar para levantarse e iniciar la jornada diaria. Habla con Dios como el padre, el consejero, el psicólogo, pero más aún como el amigo. Si comienzas tu día hablando con Él, se te hará más fácil enfrentar los retos que te presentará la vida a lo largo del día. Hablar con Dios es simple. Solo debes ser sincero y decirle todo lo que sientes; tu agradecimiento, tus preocupaciones, tus inquietudes, tus necesidades. En fin, Él sabe todo lo que te pasa pero le gusta escucharte porque te ama y eres especial para Él. ¡Comienza tu día hablando con Dios! (Escrito por: Rita E. Rivera Aponte)
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