Para una gran mayoría de los hombres y mujeres de este siglo la vida es una carrera constante. Toda su vida se ha convertido en una prisa, en el aquí y ahora. No se detienen a observar los detalles, la naturaleza, los momentos especiales, no se concentran en sus pensamientos y toman decisiones apresuradas. Quieren cumplir con todo el mundo, hacer veinte cosas a la vez, son esclavos de sus trabajos y de la tecnología. Invierten más tiempo compartiendo en las redes sociales con desconocidos que una conversación cara a cara con su familia o amistades. Tristemente, a pesar de todo esto, se sienten más solos. En muchas ocasiones las distracciones y afanes de la vida los llevan cometer errores irreparables. No estamos juzgando y mucho menos señalando, lo que quiero es crear conciencia de que es necesario "hacer un alto". Un alto para evaluar, reconocer, rectificar y recapacitar hacia dónde vamos. ¿Qué es lo más importante? Creo que es importante cultivar nuestra relación con Dios p