Las dos perlas
Hoy quiero compartir contigo un cuento corto que escribí hace algunos meses. Vino a mi mente en uno de esos momentos en que me sentía un poco triste y luego de escribirlo sentí paz y seguridad porque sé que Dios está cuidando mis dos perlas. Espero te guste y reflexiones sobre el tema.
Las Dos Perlas
(Por: Rita E. Rivera Aponte)
La niña se sentó cerca de la orilla del río, cerca a un gran árbol de mango con la mirada fija en el agua. Pasaba por allí un caminante que observándola detenidamente le preguntó: ¿Por qué estás tan triste niña? ¿Qué ocupa tu mente tanto que es capaz de reflejar en tus ojos tanto dolor? La niña se quedó un rato pensativa y respondió: Yo contaba con dos hermosas y valiosas perlas, las cuales para mí representaban el amor y tenían mucho valor. Hoy, no tengo ninguna de las dos y eso me hace sentir triste y sin ánimo.
Le contaré: Hace mucho tiempo una de ellas se me extravió y sufrí mucho. La otra, se me acaba de extraviar también. No sé si podré encontrarlas y eso me hace sentir triste y solitaria. No puedo encontrar consuelo y por eso vengo a aquí a tratar de aliviar mi dolor. ¿Cree usted caminante que algun día las podré encontrar?
El caminante guardó silencio por un rato y luego le contestó: "Mi niña, esas perlas no están perdidas, son de tanto valor para ti que ellas mismas han decidido cambiar su forma. Busca dentro de ti y allí las encontrarás." La niña cerró sus ojos y entonces comprendió que sus perlas jamás se habían extraviado, éstas habían cambiado de dimensión. Su mirada cambió y en sus ojos se reflejó la emoción que emanaba de su tierno y sensible corazón. Por fin su búsqueda había cesado, encontró su gran tesoro y jamás lo perderá de visión...
A mi madre y a mi esposo, sé que ambos están en presencia de Dios.
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