Como un ancla y como una roca
"El amor de Dios es como un ancla cuando el bravo oleaje cunde, una seguridad en la tormenta de la vida. ¡Una fortaleza para el alma!" (Helen Steiner Rice)
El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite! (Salmo 18:2)
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