Obras de Arte

En realidad, el bonsái no sería más que un árbol común, si no fuera por la disciplina del artista. Al darle constante atención a la dirección del crecimiento, podando todo lo que es feo o innecesario, y fortaleciendo las ramas más vitales se logra una obra de arte que ofrece belleza a lo que le rodea por muchos años. En nuestra vida, es esa misma disciplina es la que hace que todo sea diferente entre una vida común y otra que aporta gozo y belleza a todo lo que le rodea. Con la Palabra de Dios como nuestra disciplina, nosotros también llegamos a ser obras de arte. (Momentos con Dios)

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