Al abrir tus ojos...
Al abrir tus ojos a la luz cada mañana conversa con Dios. Dile cómo te sientes. Abre tu corazón y lleva a Él toda tu gratitud por las bendiciones recibidas. Lleva también a él tus preocupaciones y deja que sea Él quien tome el control de ellas. Canta un himno, una canción pero con emoción y regocijo. Dios es maravilloso y le gusta escuchar a sus hijos. ¿Sabes? Siempre nos contesta pero en su tiempo y de acuerdo a lo Él sabe que nos conviene. ¡Alabado seas Dios! (Rita E. Rivera Aponte)
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