Fortaleza y base para otros
“Un pueblo
puede ser una bendición. Los vecinos siempre se unen cuando hay una tragedia o
un desastre natural. Los límites disminuyen y los patios se convierten en
uno…comemos en la cocina de cada uno, supervisamos los hijos de cada cual,
compartimos los vehículos y, en general, nos cuidamos los unos a los otros.
Pienso que es la manera en que Dios nos recuerda que somos una familia y cada
uno de nosotros provee la fortaleza y la base para el otro.” (Colleen Epple Pine)
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