¡Siempre estás ahí!
¡Dios mío! Gracias por tu amor y tu presencia. ¡Qué hermoso es saber que estás siempre ahí! Nos guardas y cuando aclamamos tu nombre siempre estás presente para responder. Gracias por tu amor, tu comprensión y tu dulce presencia en nuestras vidas. ¡Gracias! (Rita E. Rivera Aponte)
Comentarios
Publicar un comentario