Entre Dios y Yo
"No hay edicto, ni ley, ni decreto, ni orden de los hombres que esté por encima de Dios. ¡Pobre del que se hace llamar cristiano y esconde su fe por conveniencias personales! Nadie tiene derecho a intervenir en mi relación con Dios. Nadie tiene la autoridad para decirme cómo tengo que practicar mi fe. Nadie puede prohibirme que adore a Dios en espíritu y en verdad. Este es un asunto entre Dios y yo."
(Devoción para el corazón)
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