Cuando el viento sopla...
El perezoso ambiciona,
y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos. (Proverbios 13:4)
Un joven
aplicó para un empleo de obrero en una granja. Cuando el granjero le preguntó
sobre sus calificaciones, él dijo: “Puedo dormir cuando el viento sopla”. Esto
sorprendió al granjero. Pero como le cayó bien el joven, lo empleó.
Unos pocos
días más tarde, el granjero y su esposa fueron despertados en la noche por una
violenta tormenta. Rápidamente comenzaron a revisar las cosas para ver si todo
estaba seguro. Hallaron que las ventanas de la granja habían sido aseguradas.
Un buen suministro de leña había sido colocado junto a la chimenea.
El joven
dormía profundamente.
El granjero
y su esposa inspeccionaron entonces su propiedad. Hallaron que todas las
herramientas habían sido colocadas en el depósito, libre del efecto de los elementos.
El tractor
había sido movido al garaje. El granero estaba adecuadamente bajo llave. Aun
los animales estaban calmados. Todo estaba bien.
El granjero
comprendió entonces el significado de las palabras del joven: “Puedo dormir
cuando el viento sopla”. Porque el obrero hizo su trabajo leal y fielmente
cuando los cielos estaban claros, estaba preparado para la tormenta cuando esta
vino. Así que cuando el viento sopló, él no tuvo temor. Pudo dormir en paz.
(Renuevo de Plenitud)
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