¡Levántate, resplandece!


 ¿Pudiera suceder que, como seguidores de Cristo, experimentemos llamados de alerta en nuestras vidas que signifiquen algo más que simplemente revivir el pasado? Nuestros llamados, lecciones aprendidas y desiertos cruzados, con la ayuda y presencia de Dios, pueden tomar esas experiencias en oportunidades para que SUS planes amorosos replandezcan a través de nosotros, a un mundo perdido.

Isaías clamaba a gran voz: "¡Levántate, resplandece!" Comparte con otros el gozo de conocer a Cristo. Si no lo hacemos, existen muchos que nunca revivirían para transformarse en hijos de Dios. Conviértete en el aroma de Cristo.

(Amanecer con Dios, libro que hace 16 años me regaló un gran amigo.)

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