El amor de Cristo

El amor debe dar a los pies que sirven y fortaleza a los brazos que trabajan. Firmes en Dios con una constancia que no será sacudida, resueltos a honrarlo con una determinación que no será dejada a un lado, y estimulados por un ardor que nunca se agotará. Manifestemos que "el amor de Cristo nos constriñe". ¡Qué el divino imán nos atraiga en dirección del cielo! (De mañana oiré su voz)


Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando en esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron. Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 2da Corintios 5:14-15

Comentarios

Entradas populares de este blog

Interésate...

Poema - Helen Steiner Rice

Un nuevo comienzo