La gracia
La gracia bien puede compararse a la lluvia por su pureza, por su influencia refrescante y vivificante, porque viene sola de arriba y por la soberanía con que es otorgada o recibida. Oh, ¿qué son los medios y las ordenanzas sin la sonrisa del cielo? Son como nubes y estanques sin agua. Oh, Dios de amor, ¡abre las ventanas de los cielos y derrama bendiciones sobre nosotros! (De mañana oiré su voz)
Cuando pasa por el valle de las lágrimas lo convierte en región de manantiales; también las lluvias tempranas cubren de bendiciones el valle. Salmo 84:6
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