No culpes a Dios
No culpes a Dios por tus decisiones. Él nos dio libre albedrío. Él nos guía y protege pero también nos deja elegir. Si tu elección al fin de cuentas no es la más acertada no culpes a Dios por ello. Debes cargar con las consecuencias de malas o buenas decisiones en tu vida. No te dejes llevar por el temor o el que dirán, pide siempre la dirección divina, pero no pongas la decisión tuya como la de Dios. No te engañes, al final, todo queda claro ante Dios. (Escrito por Rita E. Rivera Aponte)
Te mostraré el camino por donde debes ir. Tendré Mis ojos puestos en ti, y te diré qué debes hacer. Salmo 32:8
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