Dulce Hogar
"Hogar de mis recuerdos a ti volver anhelo. No hay sitio bajo el cielo más dulce que el hogar. Posara yo en palacios corriendo el mundo entero, a todos yo prefiero mi hogar, mi dulce hogar.." Esta es parte de la letra de un himno, a mi esposo le encantaba y lo cantaba mucho. En estos días ha venido mucho a mi mente y a cada rato lo canto. Cuando veo a mis hijos y nietos sentados alrededor de la mesa riendo y jugando cartas tanta alegría mi alma se regocija grandemente. El hogar es ese lugar donde no importan nuestros defectos, nuestras diferencias, nuestras debilidades, nuestra edad, nuestro físico, siempre está ahí para recibirnos y darnos su calor. Es el lugar donde se nos acepta tal como somos, donde reímos, crecimos y lloramos juntos. Es el lugar donde papá y mamá nos abrazaban, nos besaban y nos formaron como seres productivos, respetuosos y fieles a Dios. Donde los valores y principios son importantes y mucho más el testimonio diario de ellos. El hogar, mi dulce hogar, todos pertenecemos a un hogar y a través de nuestra vida en muchas ocasiones añoramos volver a él porque fuimos parte de una familia. Pero también tenemos que valorar y apreciar el presente, el que tenemos, el que hemos formado porque el hogar está en nuestro corazón, la estructura no importa, son las personas que amamos y componen ese hogar. ¡Gracias Dios por el hogar que tuve con mi madre y hermanos! ¡Gracias Dios por el hogar que me permitiste formar y que es para mí tan significativo e importante! (Rita E. Rivera Aponte)
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