¿Recuerdas?
¿Recuerdas cómo de niño esperabas con alegría la llegada de la Navidad? Cruzabas los dedos esperando recibir esos juguetes que habías pedido. En tu interior sabías que venían cosas buenas. El mismo nivel de expectativa te puede motivar ahora como adulto. Tu Padre quiere que confíes en Él con fe infantil. Pon tu confianza en Él, y observa cómo Dios se mueve a tu favor. (Gozo para cada día) "Tú, Soberano Señor, has sido mi esperanza: en ti he confiado desde mi juventud." (Salmo 71:5)
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