Es curioso...
Es curioso, la vida nos da lecciones cada día.
En pequeños detalles, grandes cosas, cosas simples, acciones inesperadas, en fin cuando menos lo
esperamos. De momento, los padres pasamos a ser hijos y los hijos pasan a ser
nuestros padres. En una forma espontánea los papeles se invierten y son ellos
los que cuidan de nosotros. Cuando ellos eran pequeños, como padres, estábamos pendientes
de sus necesidades básicas y de guiarlos con amor por la vida. Cuando sentían
temores o preocupaciones ahí estábamos como guardianes para protegerlos y
brindarle seguridad. Ahora, en nuestra vejez, son ellos los que nos brindan
esos cuidados. ¡Gracias Dios por los hijos! ¡Gracias Dios por los hijos
amorosos que cuidan de sus padres! ¡Gracias Dios por mis queridos hijos! (Rita
E. Rivera Aponte)
“Nada me produce más alegría que oír que mis
hijos practican la verdad.” (3ra Juan 1:4)
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