Consuelo


"¿Te has arrodillado alguna vez para consolar a un niño mientras le fluían lágrimas por sus mejillas? Si es así, entonces comprendes el corazón de tu Padre Dios mientras con ternura te limpia las lágrimas en momentos de aflicción. Él te consuela como solo un padre puede hacerlo, trayendo esperanza donde no la hay, y gozo donde no existe alguno. ¡Ay qué Dios tan compasivo servimos!" (Gozo para el Alma)

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