La vida moderna es tan agitada para tantas personas que muchas veces olvidan separar unos momentos para estar en contacto con Dios . Guardar el contacto con Dios debe ser una prioridad en nuestras vidas como creyentes. No importa el ajetreo diario, los compromisos o situaciones que surjan en nuestro día, debemos separar el espacio para guardar contacto con nuestro Dios. Ya sea en la mañana, la tarde, durante el día, la noche, busca ese contacto con Dios. Hay muchísimas formas de poder hacerlo, la más valiosa la oración. Pero también lo puedes hacer guardando silencio y quietud a través de la observación de la naturaleza. Observa, guarda silencio, escucha y mantén ese contacto con Dios a través de: un amanecer, un atardecer, las montañas, los ríos, el mar, los lagos, las estrellas, la luna, el sol, la lluvia, el canto de un pájaro, la belleza de una flor, todo lo que esté a tu paso, te sorprenderás cuánto te alegrarás porque vas a sentir su presencia en cada detalle de su creación.