Para reflexionar...
No importa lo que sucedió ayer, cuentas con el hoy; y este es un regalo de Dios. Dispón tu corazón para unos momentos a solas con Él. Estos pueden ayudarte a regocijar tu fe en Él, renovar tu mente, refrescar tu espíritu y recibir aliento. (Amanecer con Dios)
Y a la mañana vendrá la alegría. Salmo 30:5
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