Ayer!!!

Ayer fue un día hermoso. Me siento orgullosa, feliz y agradecida de la familia que Dios me dio. Nos reunimos a celebrar el Día de Acción de Gracias y desde el comienzo todo fue glorioso. La gloria y la honra para nuestro Señor en todas las acciones del día. El servicio religioso donde todos participaron de una manera u otra fue súper. La comida deliciosa que todos contribuyeron a preparar. Pero lo más hermoso del día fue la comunión entre todos, fue un compartir genuino lleno de amor y alegría. En los rostros de cada uno de los presentes se pudo palpar felicidad y agradecimiento por estar todos juntos en armonía. Cuando todos se fueron y me fui a mi cuarto, a solas, oré y agradecí al Señor y también hablé en alta voz sobre lo satisfecha y contenta que me sentía. Ese ejercicio lo hacíamos mi esposo y yo cada vez que la familia completa se reunía, luego que nos quedábamos solos no parábamos de hablar sobre lo feliz que nos hacía verlos alegres, felices y juntos. ¡Gracias Dios por mi familia! Cada uno de ellos es especial, los doce son importantes y los amo. ¡Gracias familia por dedicar tiempo a fomentar los lazos de amor familiar y mantener a Dios como centro de sus vidas! (Escrito por: Rita E. Rivera Aponte)

Tendré gozo en hacerles bien. Y seré fiel en plantarlos en esta tierra, con todo Mi corazón y con toda Mi alma. (Jeremías 32:41)