Ya me cansé...

Ya me cansé de escuchar a diario sobre la violencia y situación de nuestro país. Toda situación se enfoca del lado negativo todo el tiempo. Los medios noticiosos constantemente nos bombardean con este tipo de noticia. Por desgracia, algunos cristianos también hemos adoptado este patrón de ver las cosas. ¿Dónde está nuestra esperanza? ¿Qué estamos haciendo para que esto cambie? ¿Cómo podemos contribuir a una mejor calidad de vida? En vez de correr con la ola, criticar y alarmar a nuestras familias y seres queridos, debemos hacernos estas preguntas y comenzar a generar un cambio. Tenemos que elegir en cómo enfrentar estas situaciones contando todo el tiempo con la dirección de Dios. Tenemos que enfocar todo lo "positivo" que hay en nuestras comunidades y familias. Observa a tu alrededor y verás que hay tantas cosas lindas y buenas en ellos. Rescatemos nuestros valores como familia compartiendo en paz y armonía cada cosa buena que nos acontezca. Celebremos los logros por más pequeños que sean. Conversemos, cantemos, oremos, leamos la Palabra, juguemos con nuestros niños, compartamos una comida, un café, leamos un buen libro. Compartamos con nuestra comunidad, brindemos aliento y apoyo a un anciano, regalemos una sonrisa a un desconocido, escuchemos a los demás. En fin, comencemos con pequeños detalles y en el proceso lograremos cambios significativos. A fin de cuentas si en el hogar existe armonía, paz y dejamos que Dios tenga el primado eso va a ser la gran diferencia. ¿Sabes por qué? Porque la sociedad, la familia, la comunidad, se componen de personas que forman parte de un hogar. Por lo tanto la clave está precisamente ahí: un hogar en el cual Dios sea el centro, la esperanza y la salvación. ¡Dedica tu hogar a Dios! ¡Adelante! ¡Él nos cuidará y protegerá, no temas! (Escrito por: Rita E. Rivera Aponte)


Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará. (Proverbios 24:3)

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