Inclinar nuestro oído

Debemos inclinar nuestro oído hacia el Señor a diario. Oírle la suave y delicada voz. Obtener de Él una visión para la iglesia. Al acercarte hoy a Dios, escúchalo con cuidado. ¿Qué está hablando para tu vida? ¡Que tu gozo sea pleno al sintonizarte con la voz del Espíritu Santo!  (Gozo para el Alma)  "El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias." (Apocalipsis 2:17)

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