Un privilegio

Si Dios te coloca en una posición de liderazgo, ya sea en el hogar, en el trabajo, en la iglesia o en la comunidad, reconócela como el privilegio que es.  Pídele a Dios que te ayude a amar a las personas que diriges, y que puedas dirigirlas con humildad y sabiduría.  (Fe para cada día)  "Si es el de dirigir, que dirija con esmero." (Romanos 12:8)

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