Para meditar...

Tal vez no alcancemos la fama ni el reconocimiento de la gente que nos gustaría tener en esta vida, pero Dios no nos llama a ser bien conocidos ni admirados. Nos llama a que le seamos fieles en cualquier situación que nos encontremos. Cuando lo somos, podemos ver con más claridad cuando nos promueve y nos da favor con los demás. (Desayuno con Dios)

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