¡Una puntuación perfecta!
En los Juegos Panamericanos, a un saltador estadounidense se le preguntó cómo se las arreglaba con el estrés de las competencias internacionales de saltos en natación. Dijo que subía al trampolín, respiraba profundo y pensaba: "Aun si arruino este salto, mi madre me seguirá amando." Luego trataría de lograr la excelencia. Al comienzo de cada día, respira profundamente y di: "Aun si arruino este día, mi Dios me seguirá amando." Entonces con la seguridad de su gracia y su pronto perdón, ¡entra al día buscando una puntuación perfecta! (Pensamientos de Inspiración)
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