La brevedad de la vida
Oh Señor déjame saber mi final y cuántos días tengo para vivir. Déjame saber que no es mucho el tiempo que tengo para vivir. Tú haz hecho cada uno de mis días tan cortos como lo ancho de una mano. Mi vida entera no es nada ante Tus ojos. Cada hombre, aun en su mejor estado, es un suspiro. (Salmo 19:4-5) Comentario: No importa el tiempo que Dios nos dio para vivir en este mundo, lo importante es cómo lo utilicemos y a quienes se lo dedicaremos. ¿Por qué afanarse por las cosas que en realidad no tienen importancia? La familia, los amigos, la vida misma y más aún nuestra entrega a Dios eso sí es importante. Disfruta de tu familia y amigos mientras están vivos, dedica a Dios tiempo y agradece cada día porque abres nuevamente tus ojos a la luz. (Rita E. Rivera Aponte)