Los limones en la vida

Porque los ojos del Señor se mueven sobre toda la tierra para dar fuerzas a aquellos que se han dado a Él con un corazón sincero. 2da Crónicas 16:9

Hace unos días conversaba con un joven y hasta nos reímos un rato de sus ocurrrencias. Me comentó él que el refrán: "si la vida te da limones, haz con ellos limonada" lo había "emparchado". Yo le pregunté porque y él me contestó que hacía alrededor de dos años que no habiendo salido de una situación, le llegaba otra más difícil y complicada. Él hacía lo que el refrán dice, trataba de hacer sus limonadas, pero ya su físico no aguantaba más ácidos de tantas limonadas. Entonces se me ocurrió hacerle unas preguntas: ¿Por qué tomaste todas las limonadas tú sólo? ¿Por qué no las compartiste con otros? ¿Acudiste a Dios? Él se quedó pensativo y me respondió: "creo que tienes razón, debí compartirlas con otros y acudir a Dios en acción de gratitud, de esta forma no estaría tan "emparchado". Suena cómico, pero tiene lógica, Cuando compartimos con otros nuestras situaciones, preocupaciones, inquietudes y necesidades, éstas se hacen más llevaderas. Imagínate cuán glorioso y refrescante será si las llevamos a los pies de Cristo y las dejamos ahí. Él nos guiará, consolará y nos llenará de paz. Si la vida te da limones, acéptalos y acude a Cristo en oración, Él te conducirá por el camino, saldrás victorioso y fortalecido porque te ama. Así se lo hice saber al joven. (Escrito por: Rita E. Rivera)