¿Dónde te encontrabas?

¿Dónde te encontrabas? Es una pregunta que si la hacemos directamente a las personas que hoy día tienen 55 años o más de edad en relación al asesinato del Presidente John F. Kennedy, nos responderán inmediatamente. ¿Por qué? Porque son momentos tan impactantes que nos marcan, nos dejan una huella emocional tan grande que no importa cuánto tiempo pase siempre lo recordaremos.


Hoy, 11 de septiembre, es una fecha que vivirá en nuestras memorias. Si hacemos la pregunta del inicio de este escrito a jóvenes, adultos y ancianos de hoy, también recordarán dónde se encontraban y ese momento tan fatídico. Curiosamente, en mi caso, en ambos sucesos me encontraba en un salón de clases. En el primero cursaba mi octavo grado en el colegio que estudiaba y estaba tomando la clase de matemáticas cuando nos dieron la noticia del asesinato del Presidente. En el segundo, estaba ofreciendo una clase de computadoras en la universidad para la cual laboro y vivimos cada instante a través del sistema.


Dos momentos que nos marcaron, sin embargo, hay algo que me llena de esperanza y confianza cada día. Es la capacidad del ser humano para superar las crisis, levantarse y seguir luchando. En ambos sucesos fue palpable el espíritu de lucha, tenacidad y sobre todo de solidaridad del ser humano. Dios se hace presente cuánto más oscuro y difícil es el camino y en estos sucesos se hizo visible por medio de cada gesto, muestra de comprensión y amor entre los seres humanos que fueron directa o indirectamente impactados.


Hoy, rindo tributo a través de mi BLOG, a esos héroes que expusieron su vida para salvar a otros: bomberos, policías, empleados de empresas privadas y públicas, funcionarios de todos las dependencias, compañeros de trabajo, personal de la salud (médicos, enfermeros, otros), en fin todos los que en momento de crisis se levantaron y guiaron a otros aun en medio de la tormenta. ¡Gracias Dios por todos esos héroes! (Escrito por: Rita E. Rivera Aponte)


Cita Bíblica:

No temas, porque yo estoy contigo, no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. Isaías 41:10

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