Una Alfombra

Cada suceso de la vida de una persona, cada pensamiento, cada decisión, cada expresión de amor y cada interacción con otro ser humano se asemeja a los hilos de una alfombra. Día tras día, los hilos oscuros y los claros se entretejen, en muchos casos, al parecer, sin orden ni concierto. Pero al final forman una imagen.


Al contemplar ahora la alfombra de tu vida, veo que es hermosa. Todas las cosas buenas, la felicidad y las satisfacciones, el amor que diste y recibiste, las vidas que se enriquecieron gracias a ti, son los hilos claros. Las hebras oscuras son las dificultades y desencantos, las pruebas y las lágrimas. Son necesarias para que los hilos claros contrasten, y le confieran a la alfombra color e intensidad.


Nadie jamás tejió una alfombra como la tuya. Nadie habría podido, pues tu vida es única.

(En el atardecer de la vida)


Tu vida será más brillante que el mediodía. Tu oscuridad será como la mañana. (Job 11:17)

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