Dios no cambia.  Él es el mismo ayer, hoy y por siempre. Él es constante. Él es nuestra Roca. "Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a la roca de nuestra salvación." (Salmo 95:1)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Interésate...

Poema - Helen Steiner Rice

Un nuevo comienzo