No podemos perder la esperanza
La Palabra de Dios nos dice claramente que en los postreros tiempos el mal se multiplicará y el amor de muchos se enfriará. Las situaciones serán difíciles, no importa el lugar, y los cristianos no estaremos exentos de ser atacados o vivir situaciones que nos marquen o incomoden. Pero también la Palabra de Dios no dice que el que persevere hasta el fin será salvo. Por lo tanto, como cristianos, tenemos que conservar la paz, la fe y la esperanza de que Él está con nosotros. No podemos vivir con miedo y encerrados en nuestras casas, tenemos que enfrentar al mundo y confiar que Dios nos guardará a donde quiera que vayamos. Tenemos que vivir y ver la vida con optimismo, a fin de cuentas, Él es el dueño del mundo y no se mueve una sola hoja de un árbol sin su consentimiento. ¡Vivamos confiados y agarrados firmemente a Él! ¡No podemos perder nuestra esperanza! ¡Nuestra esperanza es real y viva! Jesucristo, Nuestro Salvador y Redentor. (Rita E. Rivera Aponte)
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