Satisfacción - Rita E. Rivera Aponte
Cada día debemos sentir la satisfacción del deber cumplido. Pero no del deber cumplido por cumplirlo sino del deber cumplido con amor, esmero, compromiso, dedicación y devoción. La vida nos presenta diariamente oportunidades para hacerlo, ya sea: haciendo bien nuestro trabajo, ayudando a otros, reconociendo la labor de otros, guiar y aconsejar a quienes así nos lo solicitan, dar la mano, brindar nuestro hombro a quien necesita llorar o simplemente un abrazo en silencio. No dejemos pasar la vida sin reconocer en todas estas áreas la necesidad que tenemos como seres humanos de ser solidarios con los demás. ¡Anímate! ¡Sentirás una gran satisfacción. ¡Dios estará de tu lado!
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