La Salvación

La fuerza suprema de la salvación es la gracia de Dios. No nuestras obras. No nuestros talentos. No nuestros sentimientos ni nuestras fuerzas. La salvación es la presencia repentina y tranquilizante de Dios en medio de nuestros mares tormentosos de la vida. Escuchamos su voz: Damos el paso. (Libro: En el ojo de la tormenta)
Este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo no tiene la vida. 1ra Juan 5:11-12

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