Nunca te va a alcanzar...

Nunca te va a alcanzar el tiempo para hacer todo lo que tienes que hacer, pero no dejes que eso te ponga nervioso y frenético. Haz un esfuerzo por conservar la calma y transmitirle ese mismo espíritu a los demás. Cuando las presiones se multipliquen, detente un momento y cierra los ojos. Pídeme que te llene de la perfecta paz que proviene de confiar en MÍ. (Libro: De Jesús con cariño)

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