Cuando mi mente está...

Cuando mi mente está dirigida hacia Jesús, cuando mis ojos están enfocados en lo eterno, cuando mis oídos oyen más allá de las voces del momento, puedo escuchar el canto del océano. El Señor de forma milagrosa pone todo en su debida perspectiva cuando mi mente y mi corazón se enfocan en su persona, sus obras y sus promesas. Me vuelvo más agradecido, más esperanzado y, lo que es más importante, más humilde. (Gozo para el Alma)


¡Dios es mi salvación! Confiaré en él y no temeré. El Señor es mi fuerza, el Señor es mi canción; ¡él es mi salvación! (Isaías 12:2)

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