Por más que uno insista en que no le hace falta nada, nos necesitamos unos a otros. Nadie es una isla. Somos parte de una familia y de una comunidad y parte del gozo de ser familia y comunidad es compartir el peso que llevamos. El peso de las cargas, las pérdidas, la soledad y el temor. Pero también el amor, las alegrías, los éxitos, los acontecimientos de la vida diaria. Mira a tu alrededor, ¿En quién te apoyas? Observa con cuidado. Aun los que insisten en que pueden arreglárselas solos posiblemente estén anhelando que te acerques para ayudarlos. Y prepárate tú también para recibir ayuda. (Adaptado de Gozo para el Alma)


Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo. (Gálatas 6:2)

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