El Regalo más preciado - Rita E. Rivera

Desde el comienzo de su vida el ser humano necesita sentirse protegido y amado. Las buenas madres protegen a sus hijos desde el momento en que los sienten en su vientre y a través de toda su vida. El amor de una madre es único y especial. Pero también el amor de un buen padre que vela por el bienestar de sus hijos y familia es importante. De igual manera, si seguimos mencionando si seguimos, no podemos dejar de mencionar el amor hacia los hermanos, los abuelos, los sobrinos, los tíos, los primos y amigos. Estos últimos aunque no llevan lazos de sangre con nosotros se convierten en personas especiales y son parte de nuestra vida. Ninguno de estos amores se puede comparar con el amor más preciado, el que Dios siente por cada uno de nosotros. Juan 3:16 dice: "Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él crea no se pierda, más tenga vida eterna." ¡Qué amor tan inmenso! Él nos ama y nos acepta tal cuál somos. Él llevó nuestros pecados en la cruz para salvarnos. Detente, medita,, no dejes pasar por alto este inmenso amor, acéptalo porque es el regalo más preciado, grande y hermoso que podemos recibir.