Lo que el cáncer no puede...

Afirmación #7

El cáncer no puede robarme la vida eterna. El cáncer puede robar algunos de nuestros momentos, nos puede enfermar, inquietar y asustar, pero no puede robarnos los momentos preciosos con Dios, ni la seguridad de que un día saldremos de nuestros quebrantados cuerpos y caminaremos con El, sanados por completo, en las orillas de la eternidad.

Si en verdad creemos en Dios, Romanos 8:15 nos dice que no se nos ha dado un espirítu que nos esclavice al miedo. En lugar de ello se nos ha dado un "Espirítu que nos adopta", asegurándonos que sin importar lo que suceda somos hijos de Dios para siempre. Al final, esta promesa nos dará la victoria sobre el cáncer...¡sin importar nada!