El amparo de Dios
A veces estamos tan ansiosos por ser los primeros, que emprendemos una carrera decisiva por delante de todo aquel que es importante para nosotros. Podemos incluso alejarnos de Dios, confiando en nuestra propia sabiduría o habilidad, que nos exponemos a circunstancias peligrosas. En ese momento, en el que con seguridad aparecerán situaciones que nos mostraran cuán solos estamos, podemos siempre retornar a la seguridad de estar bajo el amparo del Padre. (Amanecer con Dios)
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