Momentos para recordar...

En la vida tenemos momentos que son dignos de recordar con mucha alegría y los atesoramos en nuestros corazones y mentes a través de los años. Hoy, sábado 5 de junio, acabo de pasar por uno de esos momentos. Mi sobrino compartió conmigo su lugar de trabajo, pero más aún el trabajo que realiza. A través de toda la experiencia pude corroborar que mi sobrino tiene muchas similutedes conmigo y eso me llenó de orgullo y satisfacción. Ambos amamos lo que hacemos, enseñar a jóvenes. Disfrutamos lo que hacemos y eso hace que no consideremos el trabajo como una carga, por el contrario lo consideramos una bendición y una oportunidad de servir a los demás. ¡Cuánto orgullo! El me fue explicando todo el procedimiento que utiliza para desarrollar en esos jóvenes el sentido de pertinencia, de creatividad y confianza en sus capacidades. Disfruté mucho en todo el recorrido que hicimos, pero más disfruté en observar su cara de gozo y satisfacción cada vez que me explicaba, confirmación del amor y humildad que viene del conocimiento Dios. Gracias Carlos por tan bella y única experiencia. Tienes que tener la seguridad de que en la vida de cada uno de esos jóvenes, tú dejarás huellas imborrables y un regalo de amor. ¡Dios te bendice!