No pierdas el ánimo - Rita E. Rivera
Muchas veces observamos el mundo a nuestro alrededor y nos contagiamos con el pesimismo de la gente. El desempleo, la economía del país, las enfermedades, el hambre, los cataclismos, las tragedias personales y muchas otras cosas más son factores que nos afectan grandemente. Pecamos muchas veces de conformismo y falta de fe y visión. Los medios noticiosos, en gran medida, son responsables de esta situación por la forma en que nos presentan el mensaje. Pero, ¡Cuidado! Tenemos que tener mucho cuidado, tenemos que creerle a Dios. Si Dios nos prometió estar con nosotros siempre, pues en las buenas y en las no tan buenas Él está ahí, justo a nuestro lado y de parte nuestra. Somos nosotros los que nos alejamos de Él, somos nosotros los que dudamos y somos nosotros los que permitimos que otros nos contagien con su pesimismo. Tenemos que comenzar a ver lo bueno de las cosas que acontecen, las acciones bondadosas que tantas personas realizan por otros, enfocarnos en dar amor, comprensión, solidaridad. Ofrecer a otros la oportunidad de conocer sobre Dios. Comunicar a otros las bendiciones que hemos recibido y cómo las cosas que parecen no tan buenas se han convertido en un medio para estar más cerca de Dios. ¡No pierdas el ánimo! Levanta ese espíritu y cree en Dios y sus promesas. Comienza a disfrutar del paraíso ahora mismo, reconoce que Él y solamente Él es el dador de la vida.
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